106. LA MULTA DE LOS 20 REALES

Que a uno le pongan una multa sienta bastante mal, es algo lógico. Si además es una infracción de tráfico hay que incluir, o mejor dicho descontar, los puntos correspondientes del permiso de conducir. Pero hay algunos que toman una multa como una grave ofensa personal.

En 1866 un vecino de Sant Joan se lo tomó demasiado mal y decidió denunciar ante el Juez del Partido Judicial a D. José Casar, alcalde de la entonces llamada "Regia Universidad de San Juan y Benimagrell", hecho que podría haberle costado la alcaldía. Veamos lo que ocurrió.

Según un documento al que ha tenido acceso LLOIXA, concretamente el nº 256 de la Gaceta de Madrid (equivalente al BOE actual) correspondiente al 13 de septiembre de 1866, D. Raimundo Vicente Ferrer se presentaba muy molesto ante el alcalde, el mencionado Sr. Casar, para recriminarle una multa de 20 reales impuesta a su esposa Dª Teresa Sarrió por infringir un bando municipal que desconocemos. Por lo visto consideraba la penalización del todo injusta. Este vecino, al que imaginamos ya muy acalorado, recriminó al alcalde el que le hubiera levantado la mano a su esposa y que además hubiera puesto su nombre en la multa quedando así él como infractor del bando. Cómo tuvieron que ponerse las cosas para que el alcalde mandara arrestar a D. Raimundo Ferrer el cual, como ya hemos visto, acabó denunciándole al salir del calabozo.

Algo de esta magnitud y encima con una denuncia que pesaba sobre el alcalde, fue lógicamente investigado no encontrándose testigos que corroboraran lo dicho por el Sr. Ferrer salvo en lo referente al arresto, por lo que la causa de la presunta agresión fue sobreseída. Pero la cosa no acabó aquí. Suponemos que D. Raimundo Ferrer sería de los de "usted no sabe quién soy yo" y seguiría moviendo los hilos. Decimos esto porque al final, la Audiencia Territorial dejaba en papel mojado esta sentencia y mandaba que se actuara contra el alcalde por el arresto y demás abusos antes mencionados.

Una de las razones por las que se actuaba contra el alcalde era por haberle negado al Sr. Ferrer certificación de la providencia por la que se le imponía la multa. Además incluían el maltrato hacia su persona y la amenaza a la Sra. Sarrió. Por todo esto el juez pedía autorización para actuar, autorización que fue negada por el Gobernador Civil, D. Juan José Balsalobre con el acuerdo del Consejo Provincial.

Balsalobre aducía la falta de testigos que corroboraran los hechos referidos a la agresión y a la amenaza y defendía la actuación del alcalde considerando correcto que hubiera entregado la parte de la multa correspondiente según dictaba el art. 59 del Real Decreto de 12 de septiembre de 1861. Según el Gobernador, Ferrer no hubiera sacado más información de la certificación íntegra que la que ya tenía en la multa. Como hemos dicho nadie corroboraba la agresión y el maltrato al matrimonio Ferrer-Sarrió, sino más bien lo contrario; un testigo afirmaba que la agresión y el maltrato habían venido de D. Raimundo Ferrer y que además había amenazado a otro testigo.

Por tanto S.M la Reina Isabel II confirmaba la negativa del Gobernador y firmaba el documento el 17 de agosto de 1866 en Zarautz, su tradicional lugar de veraneo.

Terminaba el documento con la ratificación del Presidente del Consejo de Ministros D. Ramón María Narváez y era publicado el 13 de septiembre de 1866, por lo que el alcalde D. José Casar , tuvo que pasar un Día del Cristo bastante relajado a la vista del peso que se quitaba de encima.
Dos años después era destronada Isabel II y se instauraba un Gobierno Provisional. Los Reales dejaban paso a la nueva unidad monetaria, la Peseta, el 19 de octubre de 1868. La equivalencia aproximada y comunmente aceptada era y es la de 1 peseta = 4 reales. Es decir, la multa que tendría que haber pagado el Sr. Ferrer equivaldría a 5 pesetas, un Duro de la época. Toda una fortuna.
ALFREDO CAMPELLO QUEREDA

Publicado porAlfredo en 23:59  

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